Secretario que tomó las declaraciones
La audiencia para la comparecencia del resto de los
testigos, se reanudó el día siete y fueron citados el cabo primero Timoteo
Díaz, cabo primero José Claro Sixto y
coronel Juan Francisco Sánchez (por segunda vez).
Declaración
del séptimo testigo, Timoteo Díaz.
En
dicha ciudad, a 7 de Octubre de 1817, el referido señor Jefe del Estado Mayor
General Carlos Soublette, hizo comparecer ante sí a Timoteo Díaz, séptimo
testigo en este proceso, a quien el Secretario hizo levantar la mano derecha y
Preguntando.-
¿Juráis a Dios y prometéis a la República decir verdad en lo que os voy a
preguntar? Dijo “sí juro.”
Preguntando.-
Su nombre, empleo, si conoce al señor
General Manuel y sabe dónde se halla : dijo que se llama Timoteo Díaz: que es
cabo primero de la segunda compañía del Escuadrón de Honor: que conoce al señor
General Manuel Piar por General en Jefe de ejercito y que se halla arrestado en
esta ciudad.
Preguntando.-
Sobre lo acontecido en el pueblo de Aragua el día que el señor General Cedeño,
con un piquete de caballería, arrestó al mencionado señor General Piar, diga
todo lo que sepa o haya visto: dijo que habiendo llegado al pueblo de Aragua el
declarante en el piquete que llevó el señor General Cedeño, se formó junto con
los demás en la plaza y vio que dicho señor General se dirigió a la casa en que
estaba alojado el señor General Piar; que desde su formación oía que disputaban
pero sin que percibiese de lo que trataban, que cuando hubo ya amanecido
salieron el General Cedeño y los oficiales que lo acompañaban, y el General
Piar, y se dirigieron hacia donde estaba un cuerpo de infantería que éste tenía
en aquella plaza; que entonces oyó que
el General Cedeño se empeñaba en persuadir al Genera Piar a que lo acompañase a Maturín para de allí
seguir a presentarse al Jefe Supremo, pero que el General Piar se negaba
absolutamente y le dijo que primero caería una estrella del cielo que ir a
Maturín; que como el General Cedeño había avanzado con ocho carabineros hacia
el cuartel de la infantería, el Comandante de ella, ciudadano Carmona, le dijo
al General Cedeño que él los trataba con desconfianza, tuvieron algunas otras
palabras, de que resultó que el General
Cedeño enviase arrestado al Comandante Carmona a la línea de su caballería; que
el Coronel Sánchez se separó conversando con él y que a poco momento hicieron
llamar al General Cedeño; que en este momento; en que el General Piar quedó
solo, movió su infantería y la situó
entre dos casas; que poco después el General Cedeño, el Coronel Sánchez, el
Comandante Carmona y los demás oficiales que acompañaban al primero, volvieron
a donde estaba el General Piar; que el
General Cedeño principió de nuevo a persuadir al General Piar que lo siguiese;
que la cuestión fue más acalorada, y que el General Cedeño se declaró en unos
términos bien positivos que absolutamente debía seguirlo, y que dirigiéndose a
la infantería le preguntó si ella pelearía con sus hermanos, que la infantería
contestó que no, y que entonces el General Piar le dijo que le dejase quietas
sus tropas, pues que él no se metía con las suyas, y que habiendo amenazado a uno de pasarlo con su
espada, no sabe por qué , el General Cedeño le dijo que él lo defendería; que luego
el General Piar, conociendo que el
General Cedeño estaba determinado a llevarlo a Maturín, mandó al
Comandante Carmona que se pusiese a la cabeza de la infantería y arrojando su
capote en tierra corrió hacia ella el mismo General Piar con la espada desenvainada;
que entonces el General Cedeño y todos los demás oficiales lo cercaron y lo
desarmaron, y el Comandante Carmona con la infantería desfiló a apoyarse con la
línea de caballería y que desde aquel momento quedó arrestado el General Piar.
Preguntando.-
Si el General Piar después que fue arrestado intentó fugarse: dijo que lo
ignora, pero que desde que se emprendió la marcha en Aragua en que el exponente ha venido de
custodia suya hasta esta ciudad, no ha notado que el General Piar haya
intentado el fugarse.
Preguntando.-
Si tiene más que añadir: dijo que no tiene más que añadir y que lo dicho es la
verdad, a cargo del juramento hecho en que se afirmó y ratificó, leída que le
fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y cuatro años y por no
saber escribir hizo la señal de la cruz, y lo firmó dicho señor y presente
Secretario. Testado-con-no vale.
CARLOS SOUBLETTE.
+ Ante mí.
J. Ignacio Pulido,
Secretario.
Declaración
del octavo testigo, José Claro Sixto.
En
dicho día, mes y año, el mencionado señor Juez Fiscal hizo comparecer ante sí a
José Claro Sixto, octavo testigo en este proceso, a quien ante mí el presente
Secretario hizo levantar la mano derecha y:
Preguntando.-
¿Juráis a Dios y prometéis a la República decir verdad en lo que se os va a
preguntar? Dijo, “sí juro”.
Preguntando.-
Su nombre y empleo, si conoce al señor General Piar y sabe dónde se halla: dijo
que se llama José Claro Sixto, que es cabo primero de la primera compañía del escuadrón de Caicara, que conoce
al señor General Manuel Piar y que sabe se halla preso en esta ciudad.
Preguntando.-Sobre
lo ocurrido en el pueblo de Aragua el día que el señor General Cedeño, con un
piquete de caballería, arrestó al referido señor General Piar, diga todo lo
que sepa o haya visto: dijo que habiendo
llegado al pueblo de Aragua al amanecer, siendo el declarante uno de los que
componía el piquete que llevó el señor General Cedeño, se formó junto con los
demás en la plaza y vio que el General Cedeño se fue a hablar con el General
Piar; que luego que estaba ya claro, salieron de la casa los Generales y se
dirigieron a donde estaba la infantería; que entonces oyó que el General Cedeño
le decía al General Piar, que era menester siguiese con él a Maturín; y que
éste se negaba a hacerlo, diciendo que esperaba que viniese el General Mariño;
que en esta cuestión estuvieron hasta cosa de las ocho de la mañana, a cuya
hora observó el declarante que el
General Piar desenvainando su espada, se unió a la infantería, y mandó al
Comandante Carmona se pusiese a la cabeza de ella; que entonces el General
Cedeño se apoderó de la espada que el General
Piar tenía en sus manos, que el
Comandante Carmona marchó con su infantería a ponerse al costado de la
caballería y que el General Piar quedó desde aquel momento arrestado.
Preguntando.-Si
el General Piar después que fue arrestado intentó fugarse: dijo que lo ignora, pero que desde aquel día en
que el declarante fue nombrado para su custodia hasta su llegada a esta ciudad,
no ha observado que el General Piar intentase fugarse.
Preguntando.-
Si tiene más que añadir: dijo no tener más que añadir, y que lo dicho es la
verdad, a cargo del juramento hecho, en que
afirmó y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad
de treinta y nueve años, y por no saber escribir hizo la señal de la cruz, y lo
firmó el mencionado señor Fiscal y el presente Secretario.
CARLOS SOUBLETTE.
Ante mí.
J.
Ignacio Pulido
Secretario.
Segunda
declaración del primer testigo, Coronel
Juan Francisco Sánchez.
En
dicho día, mes y año, el enunciado señor Juez Fiscal, pasó con asistencia de
mí, el secretario, a la posada del señor Jefe Supremo, donde compareció por
segunda vez el señor Coronel de infantería, ciudadano Juan Francisco Sánchez,
primer testigo de este proceso, a quien dicho señor Fiscal hizo poner la mano
derecha tendida sobre el puño de su espada y
Preguntando.-Si
bajo la palabra de honor promete decir verdad a lo que se le interrogare: dijo:
“si prometo”, y siéndolo por el contenido de la presente cuarta en la
declaración del ciudadano José Peralta, cuarto testigo en este proceso: dijo
que observando el exponente que el General Piar se negaba siempre a las
instancias del General Cedeño, para que viniese con él a Maturín, se acercó a
ellos y les dijo terminantemente que la orden del Jefe Supremo debía cumplirse,
y que el General Piar debía marchar a presentársele como lo había mostrado
siempre con la mayor resolución a hacer obedecer las órdenes, asió del brazo al
General Piar, diciéndole que sin remedio marcharía con él, que entonces el
exponente se dirigió al Comandante Carmona, que estaba a la cabeza de la
infantería, a decirle que desfilase a apoyar la caballería, para cuya operación estaban de acuerdo, que el General
Piar al observar este movimiento dijo al declarante: “quítate de ahí Sánchez”,
avanzándose hacia él con la espada desenvainada; que el declarante desenvainó
también su sable para ponerse en defensa, lo que contuvo la acción de dicho
General Piar, y lo reconvino: “¿tú haces armas contra mí, Sánchez?” lo que
repitió por varias veces; que el declarante le contestó: “¿y U. por qué
desenvaina su espada para mí, quiere que me deje asesinar impunemente?” Que entonces el General Cedeño y los demás
oficiales lo cercaron, lo desamaron y lo llevaron hacia la casa de su
alojamiento, casi por la fuerza; que luego que llegaron, habiendo tenido el
General Cedeño que separarse para hacer respetar sus disposiciones de uno que
se oponía a ellas, corrió el General Piar con dirección al monte, pero que varios
oficiales que estaban allí lo siguieron, y el Coronel Barreto lo alcanzó el
primero y fue restituido al mismo lugar;
que no tiene más que añadir que lo que ha dicho es verdad a cargo de la
palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue esta declaración y dicho ser de edad de treinta y cinco años y lo firmó con dicho señor y el presente
Secretario.
CARLOS SOUBLETTE.
JUAN FRANCISCO SANCHEZ.
Ante mí,
J. Ignacio Pulido,
Secretario.
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