miércoles, 5 de junio de 2013

CAPITULO XIX / Las acusaciones continúan

Secretario que tomó las declaraciones

La audiencia para la comparecencia del resto de los testigos, se reanudó el día siete y fueron citados el cabo primero Timoteo Díaz,  cabo primero José Claro Sixto y coronel Juan Francisco Sánchez (por segunda vez).

            Declaración del séptimo testigo, Timoteo Díaz.
            En dicha ciudad, a 7 de Octubre de 1817, el referido señor Jefe del Estado Mayor General Carlos Soublette, hizo comparecer ante sí a Timoteo Díaz, séptimo testigo en este proceso, a quien  el  Secretario hizo levantar la mano derecha y
            Preguntando.- ¿Juráis a Dios y prometéis a la República decir verdad en lo que os voy a preguntar? Dijo “sí juro.”
            Preguntando.- Su  nombre, empleo, si conoce al señor General Manuel y sabe dónde se halla : dijo que se llama Timoteo Díaz: que es cabo primero de la segunda compañía del Escuadrón de Honor: que conoce al señor General Manuel Piar por General en Jefe de ejercito y que se halla arrestado en esta ciudad.
            Preguntando.- Sobre lo acontecido en el pueblo de Aragua el día que el señor General Cedeño, con un piquete de caballería, arrestó al mencionado señor General Piar, diga todo lo que sepa o haya visto: dijo que habiendo llegado al pueblo de Aragua el declarante en el piquete que llevó el señor General Cedeño, se formó junto con los demás en la plaza y vio que dicho señor General se dirigió a la casa en que estaba alojado el señor General Piar; que desde su formación oía que disputaban pero sin que percibiese de lo que trataban, que cuando hubo ya amanecido salieron el General Cedeño y los oficiales que lo acompañaban, y el General Piar, y se dirigieron hacia donde estaba un cuerpo de infantería que éste tenía en aquella plaza; que entonces oyó  que el General Cedeño se empeñaba en persuadir al Genera Piar  a que lo acompañase a Maturín para de allí seguir a presentarse al Jefe Supremo, pero que el General Piar se negaba absolutamente y le dijo que primero caería una estrella del cielo que ir a Maturín; que como el General Cedeño había avanzado con ocho carabineros hacia el cuartel de la infantería, el Comandante de ella, ciudadano Carmona, le dijo al General Cedeño que él los trataba con desconfianza, tuvieron algunas otras palabras, de que  resultó que el General Cedeño enviase arrestado al Comandante Carmona a la línea de su caballería; que el Coronel Sánchez se separó conversando con él y que a poco momento hicieron llamar al General Cedeño; que en este momento; en que el General Piar quedó solo, movió  su infantería y la situó entre dos casas; que poco después el General Cedeño, el Coronel Sánchez, el Comandante Carmona y los demás oficiales que acompañaban al primero, volvieron a donde estaba  el General Piar; que el General Cedeño principió de nuevo a persuadir al General Piar que lo siguiese; que la cuestión fue más acalorada, y que el General Cedeño se declaró en unos términos bien positivos que absolutamente debía seguirlo, y que dirigiéndose a la infantería le preguntó si ella pelearía con sus hermanos, que la infantería contestó que no, y que entonces el General Piar le dijo que le dejase quietas sus tropas, pues que él no se metía con las suyas, y que  habiendo amenazado a uno de pasarlo con su espada, no sabe por qué , el General Cedeño le dijo que él lo defendería; que luego el General Piar, conociendo que el  General Cedeño estaba determinado a llevarlo a Maturín, mandó al Comandante Carmona que se pusiese a la cabeza de la infantería y arrojando su capote en tierra corrió hacia ella el mismo General Piar con la espada desenvainada; que entonces el General Cedeño y todos los demás oficiales lo cercaron y lo desarmaron, y el Comandante Carmona con la infantería desfiló a apoyarse con la línea de caballería y que desde aquel momento quedó arrestado el General Piar.
            Preguntando.- Si el General Piar después que fue arrestado intentó fugarse: dijo que lo ignora, pero que desde que se emprendió la marcha en  Aragua en que el exponente ha venido de custodia suya hasta esta ciudad, no ha notado que el General Piar haya intentado el fugarse.
            Preguntando.- Si tiene más que añadir: dijo que no tiene más que añadir y que lo dicho es la verdad, a cargo del juramento hecho en que se afirmó y ratificó, leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y cuatro años y por no saber escribir hizo la señal de la cruz, y lo firmó dicho señor y presente Secretario. Testado-con-no vale.
                                                                                                   CARLOS SOUBLETTE.  
                                    + Ante  mí.
                                                                    J. Ignacio Pulido,
                                                                                         Secretario.


            Declaración del octavo testigo, José Claro Sixto.

            En dicho día, mes y año, el mencionado señor Juez Fiscal hizo comparecer ante sí a José Claro Sixto, octavo testigo en este proceso, a quien ante mí el presente Secretario hizo levantar la mano derecha y:
            Preguntando.- ¿Juráis a Dios y prometéis a la República decir verdad en lo que se os va a preguntar? Dijo, “sí  juro”.
            Preguntando.- Su nombre y empleo, si conoce al señor General Piar y sabe dónde se halla: dijo que se llama José Claro Sixto, que es cabo primero de la primera  compañía del escuadrón de Caicara, que conoce al señor General Manuel Piar y que sabe se halla preso en esta ciudad.
            Preguntando.-Sobre lo ocurrido en el pueblo de Aragua el día que el señor General Cedeño, con un piquete de caballería, arrestó al referido señor General Piar, diga todo lo que  sepa o haya visto: dijo que habiendo llegado al pueblo de Aragua al amanecer, siendo el declarante uno de los que componía el piquete que llevó el señor General Cedeño, se formó junto con los demás en la plaza y vio que el General Cedeño se fue a hablar con el General Piar; que luego que estaba ya claro, salieron de la casa los Generales y se dirigieron a donde estaba la infantería; que entonces oyó que el General Cedeño le decía al General Piar, que era menester siguiese con él a Maturín; y que éste se negaba a hacerlo, diciendo que esperaba que viniese el General Mariño; que en esta cuestión estuvieron hasta cosa de las ocho de la mañana, a cuya hora observó el  declarante que el General Piar desenvainando su espada, se unió a la infantería, y mandó al Comandante Carmona se pusiese a la cabeza de ella; que entonces el General Cedeño se apoderó de la espada que el General  Piar  tenía en sus manos, que el Comandante Carmona marchó con su infantería a ponerse al costado de la caballería y que el General Piar quedó desde aquel momento arrestado.
            Preguntando.-Si el General Piar después que fue arrestado intentó fugarse: dijo  que lo ignora, pero que desde aquel día en que el declarante fue nombrado para su custodia hasta su llegada a esta ciudad, no ha observado que el General Piar intentase fugarse.
            Preguntando.- Si tiene más que añadir: dijo no tener más que añadir, y que lo dicho es la verdad, a cargo del juramento hecho, en que  afirmó y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y nueve años, y por no saber escribir hizo la señal de la cruz, y lo firmó el mencionado señor Fiscal y el presente Secretario.
                                                                                                        CARLOS SOUBLETTE.
                                                               Ante mí.
                                                                                         J. Ignacio Pulido
                                                                                                          Secretario.


            Segunda declaración  del primer testigo, Coronel Juan Francisco Sánchez.
            En dicho día, mes y año, el enunciado señor Juez Fiscal, pasó con asistencia de mí, el secretario, a la posada del señor Jefe Supremo, donde compareció por segunda vez el señor Coronel de infantería, ciudadano Juan Francisco Sánchez, primer testigo de este proceso, a quien dicho señor Fiscal hizo poner la mano derecha tendida sobre el puño de su espada y
            Preguntando.-Si bajo la palabra de honor promete decir verdad a lo que se le interrogare: dijo: “si prometo”, y siéndolo por el contenido de la presente cuarta en la declaración del ciudadano José Peralta, cuarto testigo en este proceso: dijo que observando el exponente que el General Piar se negaba siempre a las instancias del General Cedeño, para que viniese con él a Maturín, se acercó a ellos y les dijo terminantemente que la orden del Jefe Supremo debía cumplirse, y que el General Piar debía marchar a presentársele como lo había mostrado siempre con la mayor resolución a hacer obedecer las órdenes, asió del brazo al General Piar, diciéndole que sin remedio marcharía con él, que entonces el exponente se dirigió al Comandante Carmona, que estaba a la cabeza de la infantería, a decirle que desfilase a apoyar la caballería, para  cuya operación estaban de acuerdo, que el General Piar al observar este movimiento dijo al declarante: “quítate de ahí Sánchez”, avanzándose hacia él con la espada desenvainada; que el declarante desenvainó también su sable para ponerse en defensa, lo que contuvo la acción de dicho General Piar, y lo reconvino: “¿tú haces armas contra mí, Sánchez?” lo que repitió por varias veces; que el declarante le contestó: “¿y U. por qué desenvaina su espada para mí, quiere que me deje asesinar impunemente?”  Que entonces el General Cedeño y los demás oficiales lo cercaron, lo desamaron y lo llevaron hacia la casa de su alojamiento, casi por la fuerza; que luego que llegaron, habiendo tenido el General Cedeño que separarse para hacer respetar sus disposiciones de uno que se oponía a ellas, corrió el General Piar  con dirección al monte, pero que varios oficiales que estaban allí lo siguieron, y el Coronel Barreto lo alcanzó el primero y fue restituido al mismo lugar;  que no tiene más que añadir que lo que ha dicho es verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó  y ratificó, leída que le fue  esta declaración y dicho  ser de edad de treinta y cinco años y  lo firmó con dicho señor y el presente Secretario.
                                                                                              CARLOS SOUBLETTE.
                                                        JUAN FRANCISCO SANCHEZ.
                                                                 Ante mí,
                                                                              J. Ignacio Pulido,
                                                                                              Secretario.





    






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