jueves, 6 de junio de 2013

CAPITULO XVII / Proceso contra Piar

Juramentado el Secretario José Ignacio Pulido - Apertura del proceso con la declaración de los primero seis  testigos Coronel Juan Francisco Sánchez, Coronel Pedro Hernández, Teniente coronel Juan José Olivares, Alférez José Peralta, Capitán de navíos Antonio Díaz y Capitán Ramón Machado.

            El General Carlos Soublette. General de Brigada y Jefe del Estado Mayor, una vez recibido el nombramiento como Juez Fiscal y el expediente respectivo para la incoación del juicio contra el General Piar, procedió al día siguiente  a citar y juramentar al Secretario, lo cual dejó expresado en la siguiente certificación:  “Certifico que en cumplimiento de la orden que antecede del Excmo. Señor Simón Bolívar, Jefe Supremo de la República, y va por cabeza para formar el proceso a Manuel Piar, General en Jefe del Ejército, acusado de los crímenes  de insubordinación  a la autoridad suprema, de conspirador contra el orden y tranquilidad pública, de sedicioso, y últimamente de desertor, hice comparecer ante mí  al Capitán del batallón de Cazadores de Honor, ciudadano José Ignacio Pulido, a quien S.E. ha nombrado por Secretario de esta causa, según consta de la misma antecedente orden, y aceptó este empleo, prometiendo bajo su palabra de honor guardar secreto y obrar con fidelidad en cuanto se actúe; y para que conste lo firmó conmigo en el Cuartel General de la ciudad de Angostura, a 4 de Octubre de 1817.-7º.
                                                                                                    CARLOS SOUBLETTE.
  JOSÉ IGNACIO PULIDO.

Inmediatamente después, el Juez Fiscal y Secretario abandonaron el Cuartel instalado en la casa de los gobernadores de la colonia, y se dirigieron a la residencia  del Libertador (Casa donde se reunión después el Congreso de Angostura) para iniciar el proceso.  El primero en comparecer fue el  Coronel de Infantería, Juan Francisco Sánchez, primer testigo en este proceso, a quien dicho señor Juez Fiscal hizo poner la mano derecha sobre el puño de su espada, y preguntando si bajo su palabra de honor promete decir verdad a lo que se le interrogase, dijo: “sí, prometo.”
            Preguntando su nombre y empleo: dijo se llama Juan Francisco Sánchez y que es Coronel de infantería.
            Preguntando, si conoce al señor General Manuel Piar y saber donde se halla y por qué causa se le procesa: dijo que conoce al señor General Manuel Piar, por General en Jefe de ejército: que se halla preso en una casa de las de la plaza de esta ciudad, y que considera que se le procesa por haber desertado de esta plaza quebrantando las  órdenes del Jefe Supremo, y por haber querido establecer la guerra civil, animando a los hombres de color contra los blancos,  persuadiéndoles a que éstos intentaban tiranizarlos.
            Preguntando, si reconoce por suyas las firmas con que están  marcados los documentos primero y sexto que obran a los folios dos y diez: dijo que sí la reconoce y que es la misma firma de que usa constantemente.
            Preguntando,  que progresos tuvieron los proyectos de conspiración que se anuncian en estos documentos por parte del General Piar; con quiénes más trató sobre ellos, además del Capitán Calixto y del señor Coronel Hernández que se citan en el sexto documento;  si Piar los convidó  a la conspiración, con qué prospecto, con qué promesas; si la seducción trató de extenderla hasta la tropa; de qué medios se valía y quiénes eran sus agentes: dijo, que los proyectos de conspiración  del General Piar no progresaron nada por no haber encontrado apoyo, pero que sabe que después que furtivamente pasó el Orinoco, a consecuencia de la intimación que le hizo el señor General Bermúdez de la orden del Jefe Supremo para que se le presentase en el Cuartel General, se dirigió a la ciudad de Maturín por el sitio de Cucasana; que en aquella ciudad proclamó  los mismos principios de subversión contra el orden social públicamente con el mayor escándalo, según se lo ha manifestado el señor General Rojas,  suscitando una guerra de colores, que de allí se dirigió a reunirse al señor General Mariño, como en efecto lo verificó; que además del Capitán  Calixto y Coronel Hernández sabe que el General Piar habló con el General Cedeño y con el Teniente Coronel José Manuel Olivares, convidándolos y persuadiéndolos a sus inicuos designios, muy particularmente al primero, para con quien puso en ejercicio todos los resortes de la seducción; que también lo hizo con el exponente en los términos que se lee en el primer documento, folio dos, y que  cuando dio parte al señor General Bermúdez de la sesión que acababa de tener con el señor General Piar, le expresó  que el Jefe haber recibido ya iguales informes de los proyectos de Piar, que éste había hablado en particular a todos los comandantes de caballería que se hallaban en esta plaza y algunos subalternos; que de todo había dado parte al Gobierno, habiendo tomado todas las medidas correspondientes en  el asunto, de acuerdo con el General Cedeño; que lo mismo le dijo este Jefe a quien también dio parte de dicha sesión, el cual le añadió que había reunido en su casa a los Jefes subalternos de su Brigada y les había hecho ver que si el General Piar se ausentaba de esta Provincia era a solicitud suya espontánea, como se evidenciaba de la carta que dirigió al Jefe Supremo,  y que le manifestó original, a virtud de la cual había obtenido una licencia temporal del Gobierno, para curarse, que no era perseguido y que los principios que proclamaba eran injustos y perniciosos: injustos, pues que el hombre por los fundamentos liberales de la la República estaba en el goce de la más perfecta igualdad;  y perniciosos, porque el General Piar sólo aspiraba a subvertir el orden social y a envolvernos en todos los horrores de la guerra civil; que no sabe que promesas les hiciese, ni con qué prospecto; que tampoco ha sabido si trató  de extender su seducción hasta la tropa, ni de qué medios pudiera valerse, ni si tenía agentes.
            Preguntando, si sabe si después que el General Piar se reunió al General Mariño, ha continuado propagando los mismos principios: dijo que no sabe otra cosa sino lo que el General Rojas le manifestó en conversación, a saber: que habiendo estado un hermano de este General  en el Cuartel General del General Mariño, oyó al General Piar que le decía: “Santiago,  si tú no te pones a la cabeza de los negros, estos pícaros se burlan de nosotros.”
            Preguntando, qué hechos positivos ha cometido el General Piar de desconocimiento a la Autoridad Suprema de la República, y qué  ha  sabido de los movimientos hostiles de Piar contra la ciudad de Maturín, y de la guerra al Gobierno legítimo que juraron sus tropas en Cumanacoa: dijo, que el General Piar ha desconocido la Autoridad Suprema por el hecho de reunirse con un General disidente, como lo es el General Mariño; por haber marchado en compañía de este mismo Jefe a atacar a Maturín, porque el que manda en este Departamento se negaba a auxiliarlos si no reconocían la Autoridad Suprema, y es todo lo que sabe sobre los movimientos hostiles del General Piar contra esta plaza; y últimamente por haber desobedecido las órdenes del Jefe Supremo que le fueron comunicadas por el General Cedeño en el pueblo de Aragua, Provincia de Cumaná, para que viniera a presentársele, como se ve en el documento número trece, en el que sin embargo de que se encuentra la expresión de que el General Piar ordenó al Comandante Carmona se  pusiese a la cabeza de su infantería y que ésta se preparase para batirse, sólo oyó  lo primero y no lo segundo, pero sí observó que cuando el Comandante Carmona se paseaba al frente de la infantería,  le decía a ésta que no hiciese fuego; y que el mismo General Piar le dijo en conversación al exponente que como había de haber hecho fuego su infantería, pues que en este caso se exponía a matarle por estar  mezclado con los que lo aprehendieron; que no sabe nada acerca del juramento de guerra que en la pregunta se dice hizo su tropa en Cumanacoa.
            Preguntando, si tiene algo que añadir diga todo lo que sepa: dijo que no tiene más que añadir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que  tiene dada, en que se afirmó  y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y cinco años y lo firmó con dicho señor y el presente Secretario.
                                                                 CARLOS SOUBLETTE.
                                                                                        JUAN FRANCISCO SÁNCHEZ.
                              Ante mí.
                                                                                              J. Ignacio Pulido,- Secretario.

            Declaración del segundo testigo, Coronel  Hernández.
            En dicho día, mes y año compareció ante  el señor Juez Fiscal, y en la misma posada de S.E., el señor Coronel de caballería, ciudadano Pedro Hernández, segundo testigo en este proceso, a  quien dicho señor Fiscal hizo poner la mano derecha sobre el puño de su espada, y preguntando si bajo su palabra de honor promete decir verdad en lo que fuese interrogado: dijo “sí prometo”.
            Preguntando, su nombre y empleo, dijo se llama Pedro Hernández y que es Coronel de Caballería.
            Preguntando, si conoce al señor General Manuel Piar y sabe dónde se halla y por qué causa se le procesa, dijo que conoce al señor General Manuel Piar por General en Jefe de ejército; que se halla preso en una casa de las de la plaza de esta ciudad, y que cree se  le  procesará por la conspiración que intentó hacer contra el orden público; y añade que cuando el señor General Piar pasó de las Misiones para este lado en el mes de  Julio, se hallaba el exponente en una comisión en el puerto de Canaguapana; que cuando regresó  de la comisión se encontró  con el señor General Piar en el campo del Juncal, quien le dijo que había venido huyendo de las Misiones porque le habían querido asesinar, nombrando sólo entre los que tenían este intento, al Presbítero ciudadano José Félix Blanco, lo que sorprendió mucho al declarante.  Que al día siguiente, habiendo vuelto a ver a dicho señor General, le dijo aquel que no obedecía  las órdenes del Jefe Supremo, y que era necesario que se reuniesen todos los pardos y que matasen a todos los blancos; que sólo por ser pardo era perseguido, y que estaba ya resuelto a destruir a aquellos, y convidaba e incitaba al exponente a que  abrazase estas ideas y formase partido entre todos los de esta clase, asegurándole con sólo la caballería que estaba sitiando esta plaza y los Dragones que estaban del otro lado del Caroni, eran suficientes para realizar su proyecto; y diciéndole que los pardos no valían nada entre los blancos, que estaban sin mando y sin ningún influjo, porque éstos querían tener todo el poder y solo destruyéndolos serían felices y todas las ventajas estarían de su parte.   Que quería el señor General Piar con esta halagüeña perspectiva hacer que el declarante entrase en su conspiración; pero él guardó silencio, conociendo los males que envolvía semejante intento.
            Preguntando.- Si  sabe el verdadero motivo  porque el señor General Piar pasó de las Misiones para este lado: dijo que auque el señor General Piar no le dijo otro que él queda ya referido, supo el exponente por el señor General Cedeño que había tenido una licencia temporal para curarse,  cuyo pasaporte vio, como también la carta que escribió al Jefe Supremo pidiéndole esta licencia y a varios Jefes que se encontraban en el Cuartel General para que se empeñasen en el buen éxito de su solicitud.
            Preguntando.- Si sabe si el General Piar hizo a algunos otros Jefes, oficiales y soldados del ejército las mismas proposiciones que al declarante: dijo que no sabe; pero que varios Jefes, oficiales y soldados se dirigieron a él a inquirir la causa que había tenido el General Piar para venir huyendo de las Misiones, a que contestó el declarante que el General Piar no había venido huyendo, y que él había venido con licencia del Jefe Supremo; que a ellos no les tocaba estar haciendo estas averiguaciones, y les encargó que se abstuviesen de hacerlas, y que no entrasen en ningún partido ni se comprometiesen con nadie, pues que no debía hacerse otra cosa que lo que el Jefe Supremo mandase, porque en él residía el Gobierno legítimo y además era el hombre que reunía los votos de todos los ciudadanos de la República y merecía concepto al extranjero.
            Preguntando.- Si sabe que el Jefe Supremo ordenó al señor General Piar, por medio del señor Comandante general de las tropas que se encontraban en esta plaza, se presentase en su Cuartel General en Casacoima, si esta orden le fue intimada y cual fue la conducta del señor General Piar a consecuencia de esta intimación: dijo que sí supo que el Jefe Supremo había dado orden para que el General Piar se presentase en el Cuartel General de Casacoima, que también supo que esta orden le fue comunicada al General Piar por el General Bermúdez, y que a consecuencia de esta intimación, el General Piar se fugó de la ciudad, pasó el Orinoco y se dirigió a la ciudad de Maturín.
            Preguntando.- Si sabe cuál haya sido la conducta del General Piar después de su llegada a Maturín: dijo que la ignora.
            Preguntando.- Si tiene algo que añadir: dijo que no tiene más que añadir y que todo lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada, en que se firmó y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y dos años y lo firmó con el Juez Fiscal y el presente Secretario.- Enmendado- aquel que-vale.
                                                  CARLOS SOUBLETTE.
                                                                                            PEDRO HERNÁNDEZ.
            Ante mí.
                                                                                     J. Ignacio Pulido, Secretario.

 
            Declaración del tercer testigo, Teniente Coronel Olivares.

            En 5 de Octubre de 1817 compareció en la posada de S.E. el Jefe Supremo, ante el señor Juez Fiscal, como tercer testigo en esta causa, el señor Teniente Coronel, ciudadano José Manuel Olivares, a quien dicho señor hizo poner la mano derecha sobre el puño de su espada, y preguntando si bajo su palabra de honor promete decir verdad en lo que se fuere interrogado: dijo, “sí prometo”.
            Preguntando.- Su nombre y empleo: dijo se llama José Manuel Olivares y que es Teniente Coronel de caballería.
            Preguntando.- Si conoce al señor General Manuel Piar y sabe donde se halla y por qué  causa se le procesa: dijo que conoce al señor General Manuel Piar por General en Jefe del ejército: que se halla preso en esta ciudad y que en su concepto concibe se le procesará por haber desobedecido al Jefe Supremo, y haber intentado una conspiración, reuniendo a los pardos y morenos contra los blancos; y además expone que cuando el General Piar vino del otro lado de las Misiones el exponente fue a encontrarle, por comisión del General Cedeño, al sitio de Montecristo, en donde se avistó con él y entonces el General Piar lo recibió diciéndole que venía huyendo de las Misiones porque lo trataban de sacrificar y que a no ser por un amigo que le escribió del Cuartel General avisándole del peligro a que se exponía si se dirigía al paso de Caruachi, habría sido sacrificado; que el Jefe Supremo le había dado su pasaporte a pedimento suyo; que se lo habían dado con mucho gusto, porque él tenía el delito de ser pardo, y que éstos no podían gobernar a los blancos; que se iba a otro lado del Orinoco en donde toda la gente era suya; que iba a formar un ejército con el que acabaría con medio mundo, y que nunca más obedecería a Bolívar, ni se pondría a sus órdenes; que el exponente trató de disuadirlo diciéndole que él estaba alucinando, que el ejército todos lo querían, que todos eran sus amigos, y que el primero y principal Jefe Supremo; que se viniese con él a la posada del señor General Cedeño, que él estaba seguro que hablando con el Jefe Supremo todo se compondría, sin que fuese necesario su pase al otro lado, lo que podría acarrear graves males; que el General Piar aceptó el convite que le hacía de pasar a la casa del General Cedeño, sin que por eso desistiese, asegurando siempre que se iba al otro lado, pues él jamás podría servir a las órdenes del General Bolívar.  Que estando ya alojado en la casa del General Cedeño, fue llamado un día por el señor General Piar, quien le descubrió entonces su proyecto de conspiración; que la República no podría ser nunca feliz mientras estuviese el General Bolívar a la cabeza, el que tenía a su lado una porción de pícaros que no trataban más que de imponer la ley, e iban a causarnos toda especie de males, los que eran necesario evitar; que siendo la clase de pardos más numerosa que la de los blancos, debían reunirse y acabar con ellos, especialmente con los mantuanos de Caracas;  que él estaba seguro que con solo marchar con las fuerzas  que sitiaban esta ciudad al otro lado del Caroni disipaba las tropas del Cuartel General del General Bolívar, porque todas se vendrían a su partido, y que entonces se encontrarían este Jefe solo y burlado, y el realizaría su proyecto acabando con el Jefe Supremo y matando a todos los blancos; que siendo él pardo (el General Piar habla), habiendo hecho tantos servicios a la patria y dado tantas pruebas de su valor y demás cualidades militares él era el que habrá  ponerse a la cabeza de las tropas y de la República,  que sólo sería feliz de este modo, instándole a que se uniese a él en sus proyectos y designios, que sería feliz, y que se desengañase de que los pardos nunca tendrían influjo ni representación mientras los blancos gobernasen, empleando todos los medios imaginables para persuadir al que declara de la posibilidad en que se encontraba de realizar su intento, y asegurándole que contaba con todas las tropas, y en suma, le decía que si quería convencerse más le escribiría al General Anzoátegui y vería por su contestación si tenía fundamento para hablar con esta seguridad; a lo que el exponente le contestó que no le escribiese, porque podía comprometer al mencionado General, y que se dejase de aquello, que un movimiento semejante al que proponía iba a arruinarnos para siempre;  y que empeñado en sus deseos conciliatorios le añadió  que todo podía remediarse; que si su principal disgusto era porque había pícaros al lado del Jefe Supremo, estaba seguro de que luego que el General Piar le hablase los separaría de sí, con otras observaciones semejantes que no producían efecto alguno en el ánimo del mencionado General, quien concluía diciéndole que si no encontraba aquí todo el partido que se suponía,  iría a otra parte y que haría la guerra como era debido a los perturbadores.  Que desde entonces siguió manifestando públicamente, en presencia de oficiales y tropas, los mismos proyectos, no obstante la súplica del declarante para que se moderase,  haciéndole ver los perjuicios que nos traía su conducta; pero que como viese que no se contenía, tomó el partido el que expone de dirigirse a todos los oficiales con quien tenia alguna amistad, y manifestarles los enormes daños a que nos exponíamos, si el General Piar encontraba partidarios en un atentado como aquel, que además de que nos  desacreditaría a los ojos de todo el mundo debía  causar  nuestra ruina innegablemente, y que sería la acción más negra de ingratitud para con un hombre como el General Bolívar, cuyos servicios, sacrificios y desinterés, eran tan notorios,  y que sobre todo, era el único hombre que podía salvarnos por su opinión, integridad y conocimientos.
            Preguntando.- Qué progresos tuvieron los proyectos de conspiración que quedan referidos, con quiénes más trató sobre ellos el General Piar, con qué prospecto, con qué promesas; si la seducción quiso extenderla hasta la tropa, de qué medios se valía y quiénes eran los agentes: dijo que no tuvieron ningún progreso los proyectos de conspiración del General Piar por no haber encontrado apoyo alguno; que sabe que trató sobre ellos con el Coronel Juan Francisco Sánchez y considera que también lo haría con todos los Comandantes de caballería y muchos subalternos, pues con todos lo veía hablar,  y éste era el único asunto de sus conversaciones en aquella época; que no sabe que promesas hiciese, y que el proyecto no podía ser otro que el que queda detallado en la anterior pregunta; que seguramente intentaba extender la seducción hasta la tropa,  pues que aprovechaba  las ocasiones de más concurso para manifestar sus principios con voz alta y con escándalo, y que no sabe se valiese otros medios ni si tenía agentes.
            Preguntando.-Qué sabe acerca de la licencia que tuvo el General Piar: dijo que por haber visto los documentos sabe que el General Piar escribió de oficio y por carta particular al Jefe Supremo pidiéndole  del modo más encarecido una licencia para curarse y que al mismo  tiempo escribió a otros varios Jefes  que se encontraban en el Cuartel General, para que se interesasen en el buen despacho de su solicitud, y que obtuvo una licencia temporal.
            Preguntando.- Si sabe que el Jefe Supremo ordenó al General Piar,  por medio del señor Comandante  General de las tropas que se encontraban en esta plaza, se presentase en su Cuartel de Casacoima, si esta  orden le fue intimada y cual fue la conducta del señor General Piar a consecuencia de esta intimación: dijo que sí sabe que el Jefe Supremo ordenó al señor General Piar, por medio del señor General Bermúdez, se presentase en su Cuartel General, que también sabe esta orden le fue intimada a dicho General Piar por el Capitán  Ramón Machado. Edecán del General Bermúdez,  encontrándose presente el  declarante, y que a consecuencia se ocultó el General Piar en esta ciudad, en donde no pudo encontrarse, y luego supo que había  pasado el Orinoco y dirigídose a Maturín.
            Preguntando.- Si sabe cuál haya sido la conducta del señor General Piar después de su llegada a Maturín: dijo que sólo sabe que se  reunió al General Mariño.
            Preguntando.- Si  reconoce por legítimas las firmas con que están marcados los documentos segundo, tercero, cuarto, quinto y décimotercio, que obran en este proceso a los folios cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y veinte: dijo que las reconoce por legítimas, por ser de las que usan los señores Generales Bermúdez y Cedeño.
            Preguntando .- Si tiene algo que añadir: dijo que no tiene más que añadir, y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y cinco años, y lo afirmó  con el Fiscal y el presente Secretario.
            Entre renglones-lado del-vale.
                                                                                                    CARLOS SOUBLETTE.
                                               
                                              JOSÉ MANUEL OLIVARES.

Ante mí.
                                                                                       J. Ignacio Pulido,
                                                                                                              Secretario.



Declaración del cuarto testigo, Alférez  Peralta.
             
            En dicho día, mes y año, compareció ante el señor Juez Fiscal en su posada, como cuarto testigo en este proceso el ciudadano José Peralta, Alférez de caballería, a quien dicho señor hizo poner la mano derecha sobre el puño de su espada y preguntando si bajo su palabra de honor promete decir verdad de lo que le fuere preguntado: dijo, “sí prometo”.
            Preguntando.- Su nombre y empleo: dijo se llama José Abad Peralta y que es Alférez de caballería del Escuadrón de Honor.
            Preguntando.- Si conoce al señor General Manuel Piar y sabe dónde se halla y por qué causa se le procesa; dijo que conoce al señor General Manuel Piar por General en Jefe del ejército; que se halla preso en esta ciudad y que no sabe por qué causa se le procesa.
            Preguntando.- Dónde se encontraba cuando el General Piar vino a las Misiones y si no ha tenido conocimiento de los acontecimientos del mes de Julio; dijo que cuando el General Piar vino la última vez a las Misiones estaba en el crucero de Canaguapana con el Comandante Rodríguez y que no ha tenido conocimiento de los acontecimientos del mes de Julio.
            Preguntando.- Si marchó con las tropas que fueron con el General Cedeño a Maturín en el mes pasado de Septiembre y si se encontró en el pueblo de Aragua en el día 27 del mismo, cuando se aprehendió a dicho General Piar, diga todo lo ocurrido en este día: dijo que sí fue a Maturín con las tropas que marcharon con el General Cedeño, que también se encontró en el pueblo de Aragua el día 27  cuando se verificó la aprehensión del señor General Piar.  Que habiendo marchado a Maturín al pueblo de Aragua, en el piquete de caballería que llevó el señor General Cedeño, llegaron a su destino por la madrugada; que en el momento se dirigió el General Cedeño a la casa del General Piar y fue destinado el exponente con un piquete de carabineros a observar los movimientos de un cuerpo de infantería que estaba acuartelado, que luego observó que el oficial Carmona, que mandaba este cuerpo, se dirigía al cuartel, y que cuando el declarante se disponía a impedirle se comunicase con la tropa, llegó el Coronel Sánchez y tomándole por el brazo se retiró en conversación; que poco después salieron los Generales y se dirigieron al Cuartel de infantería,  con cuyo motivo el declarante se formó con su tropa; que este movimiento dio ocasión al Comandante Carmona para que dijese al General Cedeño que él los trataba con desconfianza pues que les ponía avanzada, lo que produjo contestaciones de una y otra parte, terminando por imponer arresto el General Cedeño al Comandante Carmona; que luego siguió un debate entre el General Cedeño y el General Piar, aquel  persuadiéndole a que le siguiese a Maturín con arreglo a la orden del Jefe Supremo, y éste negándose a seguirle, hasta el termino de decirle que sí lo llevaría a Maturín, pero sería en punta de una lanza; que el General Cedeño le dijo que él había llevado tropas, no para traerle en la punta de una lanza, sino para hacerle obedecer; que entonces dirigiéndose a la infantería les dijo que no había venido a hacerles la guerra, que todos eran hermanos y que su comisión sólo se dirigía a conducir al General Piar a la presencia del Jefe Supremo; que el General Piar entonces le dijo que no le sedujese su tropa,  amenazando con que pasarían con su espada al primero que se moviese sin su orden; a lo que el señor General Cedeño repuso que él los defendería con la suya, y volviéndose hacia el General Piar le dijo terminantemente que era menester siguiese con él a Maturín; y conociendo entonces el General Piar que tanto el General Cedeño como los oficiales que le acompañaban estaban resueltos a hacer obedecer la orden del Jefe Supremo, mandó al Comandante Carmona se pusiese  a la cabeza de la infantería y tirando de su espada se dirigió también a ella, a cuyo movimiento correspondió el Coronel Sánchez tirando de su sable, sin que sepa el exponente  si fuese porque  el General Piar lo amenazase; que en este momento cercaron al General Piar entre el General Cedeño y los demás oficiales que lo acompañaban y lo desarmaron, y que el Comandante Carmona desfiló con la infantería y se apoyó a la caballería, quedando desde entonces el General Piar arrestado.
            Preguntando.- Si el General Piar, después de arrestado, no intentó fugarse: dijo que al instante mismo de haber sido arrestado el General Piar vino gente de caballería y salieron corriendo hacia el monte varios oficiales a pie y a caballo, pero que no sabe si fuese detrás del General Piar, y que desde Maturín, o mejor dirá desde Aragua hasta esta ciudad, en que el exponente le ha servido de custodia, no ha intentado fugarse.
            Preguntando.- Qué personas se encuentran en esta ciudad que hayan sido testigos del suceso de Aragua: dijo que el Coronel Sánchez y todos los individuos que componían la escolta;  y habiéndosele requerido nombrase dos de ellos para ser examinados, nombró a los cabos de caballería Timoteo Díaz y José Claro Sixto.
            Preguntando.-Si tiene algo que  añadir: dijo que no tiene más que añadir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y tres años, y por no saber  firmar hizo la señal de la cruz y lo firmó dicho señor Juez Fiscal con el presente Secretario.
-Entre renglones-como cuarto testigo en este proceso.- vale.
                                                                                                    CARLOS SOUBLETTE. 
                                 +   Ante mí.
                                                                     J. Ignacio Pulido,
                                                                                              Secretario.

Declaración del quinto testigo, Capitán de navío Antonio Díaz.

            En dicho día, mes y año, el dicho señor Juez Fiscal, con asistencia de mí el Secretario, pasó nuevamente a la posada del Escmo. Señor Jefe  Supremo, donde compareció el señor Capitán de navío Antonio Díaz , quinto testigo en este proceso, a quien dicho señor Juez Fiscal hizo poner la mano derecha sobre el puño de su espada, y preguntando si bajo su palabra de honor promete decir verdad a lo que se le interrogare: dijo “sí prometo”.
            Preguntando.- Su nombre y empleo: dijo se llama Antonio Díaz y que es Capitán de navío de la armada de la República.
            Preguntando.- Si conoce al señor General Manuel Piar y sabe donde se halla y por qué causa se le procesa: dijo que conoce al señor General Manuel Piar, por General en Jefe de ejército; que sabe se halla preso en una casa de las de esta ciudad y que juzga se le procesa por haberse fugado de esta Provincia a la de Cumaná, y por las voces sediciosas que divulgó en Maturín desde que llegó, a donde se encontraba el exponente, diciendo que había huido de esta Provincia porque los mantuanos trataban de asesinarlo, sólo porque era de color.
            Preguntando.- Si el General Piar tuvo con el exponente  alguna sesión particular, o si la tuvo con algunos otros jefes de los que se encontraban en Maturín, si las tuvo, qué  les propuso, con qué promesas y cual era el plan para la ejecución  de sus proyectos: dijo que cuando el General Piar llegó a Maturín, el declarante fue a visitarlo, como lo ejecutaron todos los demás jefes y oficiales que había en aquella plaza, que luego se retiró a su posada, en donde a poco rato recibió  un recado por conducto de una persona que él no conoce, a nombre del General Piar, para que fuese a hablar con él; que a consecuencia pasó a casa del General Rojas, en donde estaba alojado el mencionado señor General Piar, quien luego que entró lo llevó a la Secretaria y estando solos le dijo, que tenía que tratarle asuntos de la mayor importancia, a lo que creyó el que declara que sería alguna comisión del Gobierno de que iba encargado, pero que en seguida le preguntó si bajo la fe de la amistad se comprometía con él a auxiliarle con sus fuerzas para la ejecución de una empresa de que le iba a hablar; que el exponente le contestó que él  estaba sin  ningunas, a causa de la mucha avería que había experimentado en el fuerte combate de Papagallos, y que había mandado sus buques a Margarita a repararse; entonces le dijo, que habiendo él tratado en esta Provincia de que se estableciese un Gobierno a fin de que no residiesen todas las facultades en una sola persona, como residían en el Jefe Supremo, había tratado de sacrificarlo los mantuanos y él se había visto forzado a huir para salvarse; que el llevaba el designio de  reunir en aquella Provincia de Cumaná, con la opinión de que gozaba entre sus habitantes, un grande ejército para volver a repasar el Orinoco; que en  Provincia de Guayana había dejado un gran partido y que  estaba seguro de triunfar de los mantuanos, a quienes era menester matar absolutamente, porque sus miras no eran otras que las de destruir a todo hombre de color; que destruido que fuese este partido, él  establecería un Gobierno, ofreciéndole al exponente el empleo de Almirante de la República, cuyo título le dio por dos o tres veces en la conferencia; a todo lo que el que declara le contestó negativamente, diciéndole que él no encontraba de manera alguna en semejante, designios, que él había recibido órdenes del  Jefe Supremo y del Almirante para venir a Guayana, y que iba a obedecerlas; que entonces  el General Piar le dijo que de ninguna manera viniese, porque lo sacrificaban.  Que luego le preguntó dicho General en qué había venido a Maturín, y sobre la respuesta del que declara de haberlo verificado en una lancha, le propuso fuese a apoderarse de una flechera que estaba en Güiria, y tomase además algunos otros buques amigos o enemigos que encontrase en el Golfo o en los caños, pues desde aquel momento reputaba por enemigo a todo buque que tuviera comercio o relación con esta Provincia, insistiendo siempre en el proyecto que queda referido; que el declarante le reiteró nuevamente su designio de cumplir las órdenes para volver a esta Provincia, y se terminó esta sesión; pero que al salir el General Piar para San  Lorenzo a reunirse con el General Mariño, le dijo al exponente que no saliese de Maturín, pues si venía a esta Provincia sería sacrificado al momento; que su nombre sólo  y su reputación eran su delito, y que no sabe si tuvo conferencias o hizo proposiciones a otros jefes u oficiales; pero que el General Piar públicamente hacía manifestación de estos principios, publicando  que los mantuanos querían destruir a todos los hombres de color; que era menester que  éstos se reuniesen para acabar con aquellos, y que él  lo iba a hacer.
            Preguntando.- Si después que el General Piar se reunió al General Mariño ha continuado propagando los mismos principios subversivos, y qué movimientos hostiles ha hecho Piar contra Maturín y por qué causa: dijo que no sabe nada sobre los particulares a que se contrae esta pregunta.
            Preguntando.- Si tiene algo que añadir, dijo que no tiene más que añadir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra  de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue esta declaración, y dijo ser  de  edad de treinta y tres años y la firmó con el señor Fiscal y el presente secretario.
            Entre renglones- Antonio Díaz- a donde se encontraba el exponente- Vale. 
                                                                                                     CARLOS SOUBLETTE.
                                             ANTONIO DIAZ.
                                                                 Ante mí.
                                                                                      J.  Ignacio Pulido,
                                                                                             Secretario.
           
             Declaración del sexto testigo, Capitán Ramón Machado.
            En dicho día, mes y año, compareció  en la posada del señor Juez Fiscal, como sexto testigo en este proceso, el señor Capitán Ramón Machado, a quien dicho señor hizo  poner la mano derecha sobre el puño de su espada, y preguntando bajo su palabra de honor si promete decir verdad en lo que le fuere preguntado: dijo, “sí prometo”.
            Preguntando.-Su nombre y empleo: dijo se llama Ramón Machado y que es Capitán de infantería.
            Preguntando.- Si conoce al señor General Manuel Piar, si sabe dónde se halla y por qué causa se le procesa: dijo que conoce al  señor General Manuel Piar: y que sabe se halla preso en una de las casas de esta ciudad; y que considera se le procesa por conspirador  y desertor.
            Preguntando.- Qué sabe sobre los proyectos de conspiración del señor General Piar, y si tiene noticia de la orden que el Jefe Supremo dio a dicho General, por conducto del señor General Bermúdez, para que se presentase en su Cuartel General de Casacoima, si sabe si esta orden le fue comunicada, y cuál fuese la conducta del General Piar a consecuencia de esta comunicación: dijo que hallándose en el cuarto de despacho de la casa del señor General Bermúdez como su Edecán, llegó el señor General Cedeño acompañado del Comandante José Lara, Comandante que fue de Cucasana, manifestándole que el General Piar había prevenido a este último no franquease un sólo hombre de aquel  Departamento al Excmo.  Señor Jefe Supremo, y que por el contrario los reuniese todos y  los tuviese listos para que él se pusiese a la cabeza de ellos, pues  que estos mantuanos no pretendían otra cosa que destruir a los pardos; que a virtud de esta declaración el señor General Bermúdez ofició al señor Jefe Supremo dándole parte de este acontecimiento y pidiéndole  mandase suspender el pasaporte concedido a Piar para pasar al otro lado, por las fatales consecuencias que produciría su proyecto; que el señor  General Cedeño practicó igual conducta, y que a virtud de estos avisos previno al señor General Bermúdez  el Excmo. Señor Jefe Supremo dijese al señor General Piar pasase a su Cuartel General en Casacoima a hablar con él, y caso que se denegase lo remitiese bajo la seguridad de dos Coroneles; que al momento mandó al declarante el señor General Bermúdez a la casa del General Piar, a decirle que tuviese la bondad de pasar a su posada a hablar con él asuntos interesantes; que Piar contestó que iría al momento,  y que apenas el que expone había dado esta respuesta al señor General Bermúdez,-cuando llegó el Edecán del General Piar, Teniente Coronel Juan Antonio Mina, diciéndole de parte de aquel, que se hallaba indispuesto, que por esto no pasaba a su casa y que si algo tenía que tratarle lo hiciese por escrito; que a  vista de esto se le pasó por el señor General Bermúdez copia del oficio del Excmo. Señor Jefe Supremo, el mismo que puso en manos del General el que declara y recibió por respuesta que estaba bien: que en este estado y observando el señor General Bermúdez que lejos de cumplir el General Piar con lo que se le prevenía estaba haciendo pasar sus bestias al otro lado de la Soledad, dispuso hacer volver éstas por varios tiros de fusil que se dirigieron a las canoas, y ordenó al exponente pasase a la Brigada del señor Coronel Briceño a tomar veinte y cinco hombre que con un buen oficial  custodiasen en su posada la persona del General Piar, pero que habiendo solicitado en ella, manifestaron que había salido en aquel momento; que con este motivo la tropa se devolvió a su cuartel y algunos oficiales fueron comisionados en este día por los señores Generales Bermúdez y Cedeño para aprehenderlo y no tuvo efecto por no haber sido hallado: que en el momento fueron expedidos oficiales por el General Bermúdez a los Generales Zaraza, Monagas y Rojas, y Comandantes de la Soledad y Cucasana, tanto para que aprehendiesen al General Piar si llegase por aquellos destinos, cuanto para que aplicasen toda la actividad  y celo en impedir la propagación de las negras ideas que se habían  empezado a observar.
            Preguntando.- Qué progreso tuvo esta conspiración después de la declaración hecha al General Bermúdez, cuál era su objeto, bajo  qué principios la anunciaba el General Piar, si lo hacía públicamente, si sabe a qué  Jefes u oficiales subalternos se haya dirigido en particular bajo qué promesas y con qué prospecto, si la seducción se extendió hasta la tropa, de que medios se valía y quienes eran sus agentes: dijo  que no sabe hubiese progresado, porque considera que el conspirador no encontró apoyo ni partidarios:  que el objeto entiende no era otro que el de atacar al Gobierno y  destruir el orden social proclamando el   principio de que los blancos intentaban destruir a todos los hombres de color; que era necesario que estos se reuniesen, atacasen y matasen a todos aquellos, principalmente a los mantuanos; que esto lo decía públicamente y en presencia de oficiales y soldados; sin embargo, que el exponente no se lo oyó decir; que entiende que se dirigió a algunos Jefes según ha oído decir, pero que sólo está cierto de que lo hizo al Coronel Sánchez, que se lo manifestó al exponente lleno de  una patriótica indignación contra un hombre que sólo aspiraba a la ruina de la República; que no sabe que promesas hiciese ni cual fuese su plan; que tampoco sabe si la seducción se extendió hasta la tropa,  ni de qué medios pudiera valerse ni si tenía agentes.
            Preguntando.- Si sabe cuál haya sido la conducta del General Piar después de su llegada a Maturín: dijo que ha oído decir, y aun ha visto por la correspondencia del señor General Rojas,  que luego de que llegó a Maturín el señor General continuó difundiendo las mismas máximas y luego se reunió con el General Mariño y ha continuado observando la misma conducta.
            Preguntando.- Si  reconoce por legítimas las firmas que autorizan los documentos segundo, tercero, cuarto, quinto, séptimo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo y décimotercio que obran los folios 4,5,6,7,8,9,14,15,16,17,18,19 y 20 de este proceso: dijo que las reconoce por legítimas, pues es de las que usan los Generales Bermúdez, Cedeño y Rojas.
            Preguntando.- Si tiene algo que añadir: dijo que no tiene más que añadir, que lo que ha dicho es la verdad, a cargo  de la palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta declaración, y dijo ser de edad de treinta y dos años y lo firmó con el Juez Fiscal y el presente Secretario.-Borrado-del Comandante- no vale.
                                   CARLOS SOUBLETTE.
                                                                                                     RAMÓN MACHADO.
            Ante mí.
J.       Ignacio Pulido,
                                                                                              Secretario.




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