El 15 de octubre de 1817, previa
convocatoria, se reunieron un Almirante, dos Generales de Brigada, dos
Coroneles y dos Tenientes coroneles, miembros del Consejo de Guerra designado
por el Jefe Supremo, para decidir en el juicio militar seguido al General en
Jefe Manuel Piar.
La
instalación del Consejo de Guerra tuvo lugar en la casa del Almirante Luis
Brión que hace esquina entre las calles de la Iglesia (calle Bolívar) y del
Gobierno (calle Constitución) y sus miembros acordaron hacer la votación por
escrito y de manera individual de la manera siguiente:
Voto del Teniente Coronel
Francisco Conde.
Hallándose
el acusado convencido de los crímenes de que se le acusa, lo condeno a ser
pasado por las armas, precediendo la degradación con arreglo al artículo
veintiseis, tratado octavo, título décimo; en el que sin embargo la pena que se
detalla es la de ser ahorcado, me decido por la
que le impongo por ser menos vejatoria.
Voto del Teniente Coronel Judas
Piñango.
Resultando
el acusado plenamente convicto de los
crímenes que se le han juzgado, lo condeno a ser pasado por las armas,
precedida la deposición, con arreglo al artículo veintiseis, tratado octavo,
título décimo de las ordenanzas.
Voto del señor Coronel José
María Carreño.
Hallando
al acusado plenamente convencido del delito
de conspirador, y confeso en los de inobediencia, le condeno a ser
pasado por las armas, sin que preceda degradación, arreglándome a los artículos
séptimo y veintiseis de la ordenanza general, tratado octavo, titulo décimo.
Voto del Coronel José de Ucros.
Hallándose
el acusado plenamente convencido del
delito de conspirador y confeso en los de inobediencia; le condeno a ser pasado por las armas, sin que
preceda degradación, arreglándome a los artículos séptimo y veintiseis de la
ordenanza general, tratado octavo, título décimo.
Voto del señor General José Anzoátegui.
Resultando
de las declaraciones, confrontaciones y careo, convencido Manuel Piar de los
delitos de sedicioso, conspirador y desertor, por los cuales se le puso en
Consejo de guerra, lo condeno a ser pasado por las armas, con * degradación, arreglado al artículo
veintiseis, tratado octavo, título décimo de las ordenanzas generales.
JOSÉ ANZOÁTEGUI.
Voto del General Pedro León
Torres.
Resultando
de las declaraciones, confrontaciones y careos, convencido Manuel Piar de los
delitos de sedicioso, conspirador y desertor por los cuales se le puso en
Consejo de guerra, lo condeno a ser pasado por las armas, sin degradación,
arreglado al artículo veintiseis, tratado octavo, título décimo de las
ordenanzas generales.
Voto del Almirante Luis Brión.
Hallándose
plenamente convencido el General Piar de los delitos de conspirador contra la
salud pública, desertor e inobediente a las órdenes supremas, le condeno a ser
pasado por las armas sin degradación, con arreglo al artículo veintiseis, tratado octavo, título décimo de
las ordenanzas generales.
Sentencia del Consejo.
Visto
el oficio del Excmo. Señor Jefe Supremo de 3 del corriente, inserto por cabeza
de este proceso que ha sido firmado por el señor General de Brigada Carlos
Soublette a consecuencia de dicha orden, contra el General en Jefe Manuel Piar
indiciado de los crímenes de insubordinado, conspirador, sedicioso y desertor y hecho por dicho señor relación de todo lo actuado al Consejo de guerra de Oficiales Generales celebrado el día 15 de
Octubre de 1817 en la casa del Excmo. Señor Almirante Luis Brión, que lo
presidió , siendo Jueces de él los
señores Generales de Brigada
Pedro León Torres y José Anzoátegui, Coroneles José Ucros y José María Carreño y Tenientes Coroneles
Judas Piñango y Francisco Conde, sin que compareciese en el mencionado Tribunal
el referido reo por no haberlo estimado necesario el Consejo; y oída la defensa de su
procurador, y todo bien examinado le ha condenado y condena el Consejo a ser
pasado por las armas, arreglándose a la ley prescrita en el artículo
veintiseis, tratado octavo, título décimo de las ordenanzas generales.
Plaza de Angostura, 15 de Octubre de 1817.-7º.
L.
Brion , Presidente.- PEDRO LEON TORRES.- JOSÉ ANZOÁTEGUI.- JOSÉ DE UCROS.- JOSÉ
MARÍA CARREÑO.- JUDAS PIÑANGO.- FRANCISCO CONDE.
Inmediatamente
pasó el General Carlos Soublette, Juez Fiscal a la posada del Jefe Supremo
junto con el Secretario José Ignacio Pulido y entregó en su mano todo el
expediente relativo al proceso. El mismo
día, el Jefe Supremo la confirmó en los siguientes términos:
Cuartel General de Angostura, Octubre 15 de 1817.-7º.
Vista
la sentencia pronunciada por el Consejo de guerra de Oficiales Generales contra
el General Manuel Piar, por los enormes crímenes de insubordinado, desertor,
sedicioso y conspirador, he venido en confirmarla sin degradación.
Pásese el señor Fiscal para que
la haga ejecutar, conforme a ordenanza, a las cinco de la tarde del día de mañana.
BOLÍVAR.
Yo,
el infrascrito Secretario, certifico: que hoy
16 de Octubre de 1817 ha devuelto el Excmo señor Jefe Supremo al señor General de Brigada Carlos Soublette
el proceso con la aprobación de la sentencia, y para que conste lo pongo
por diligencia que firmo igualmente.
CARLOS SOUBLETTE.
J.
Ignacio Pulido,
Secretario.
En
la Plaza de Angostura, a 16 de Octubre de 1817.- 7º.
Yo,
el Secretario, en virtud de la sentencia dada por el Consejo de Oficiales
Generales y aprobada por el Excmo. Señor
Jefe Supremo, pasé de orden del señor Fiscal a la prisión donde se halla Manuel Piar, reo en este proceso, a efecto de notificarla y
habiéndole hecho poner de rodillas le leí la sentencia de ser pasado por las
armas; y para que conste por diligencia lo firmo.
J.
Ignacio Pulido,
Secretario.
En
la Plaza de Angostura, a 16 de Octubre de 1817.- 7º.
Yo,
el infrascrito Secretario, doy fe que en virtud de la sentencia de ser pasado
por las armas, dada por el Consejo de guerra, S.E. el General Manuel Piar y
aprobada por S.E. el Jefe Supremo, se le condujo en buena custodia dicho día a la plaza de esta ciudad, en donde se
hallaba el señor General Carlos Soublette, Juez Fiscal en este proceso, y
estaban formadas las tropas para la ejecución de la sentencia, y habiéndose
publicado el bando por el señor Juez Fiscal, según previenen las ordenanzas, puesto el reo de
rodillas delante de la bandera y leída
por mí la sentencia en alta voz, se pasó
por las armas a dicho señor General Manuel Piar, en cumplimiento de
ella, a las cinco de la tarde del referido día; delante de cuyo cadáver
desfilaron en columna las tropas que se
hallaban presentes, y llevaron luego a enterrar al cementerio de esta ciudad
donde queda enterrado; y para que conste por diligencia lo firmó dicho señor
con el presente Secretario.
CARLOS
SOUBLETTE.
J. Ignacio Pulido,
Secretario.
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